#Maasgouw
Desde Parc Maasresidence Thorn puede cruzar a pie el pintoresco puente azul para llegar a la ciudad de Thorn. Esta encantadora ciudad, que solía ser un pequeño principado, es conocida por sus llamativas casas blancas de ladrillo y mortero, sus edificios monumentales y sus auténticas calles adoquinadas creadas con piedras del Maas. La ciudad es diferente de cualquier otra localidad holandesa, pero llena a cualquier transeúnte de una cálida sensación de familiaridad. No dude en pasear tranquilamente por el centro histórico para visitar las pequeñas tiendas y disfrutar de las numerosas y acogedoras terrazas con deliciosas especialidades regionales. En resumen: ¡merece la pena visitar Thorn!
La histórica ciudad de Roermond se encuentra a sólo 20 minutos en coche de Parc Maasresidence Thorn. Esta ciudad episcopal tiene un hermoso centro, único en su género, con una bulliciosa plaza del mercado y terrazas bañadas por el sol que dan a la imponente catedral de San Cristóbal y al ayuntamiento. A sólo cinco minutos a pie del centro, encontrará Designer Outlet Roermond, donde le esperan nada menos que 185 tiendas y 25 establecimientos de restauración. Si le gusta ir de compras, este lugar es de visita obligada. Otra actividad divertida y relajante es hacer un crucero. Es la forma ideal de experimentar lo enormes y vastas que son realmente las Maasplassen. Puede subirse al barco justo en el centro de Roermond, en la Roerkade. También es posible tomar el barco a Roermond directamente desde el complejo, lo que hace que el viaje a esta ciudad sea aún más divertido.
Durante unas vacaciones en Limburgo, no se puede pasar por alto la ciudad de Maastricht. Esta bulliciosa capital de provincia alberga todo tipo de edificios históricos, iglesias señoriales, museos, tiendas de diseño de moda, patios de comidas y terrazas. Si no le asusta la oscuridad y le apetece una aventura, vaya a visitar las impresionantes cuevas que hay bajo la ciudad. Los restaurantes de Maastricht son un auténtico deleite para el paladar. Deléitese con su singular cultura de los tentempiés o saboree los gustos más refinados de los restaurantes con estrella Michelin. En definitiva, el casco antiguo de Maastricht es una visita obligada en cualquier itinerario de viaje.
¿Un día en el extranjero? No hay problema. Desde el complejo, puede llegar fácilmente a pie a la frontera belga o visitar en coche ciudades como Genk y la francófona Lieja. Alemania también está a la vuelta de la esquina. La famosa iglesia y el bullicioso centro de Aquisgrán, por ejemplo, están al alcance de la mano desde el parque. Si elige esta ruta, eche un vistazo al Drielandenpunt o haga una parada en las ruinas de la ciudad y el castillo de Valkenburg.
El GaiaZOO de Kerkrade es muy recomendable para familias con niños. Se encontrará cara a cara con especies animales únicas como pandas rojos, lobos, jirafas y gorilas. Si prefiere pasar un día de inconmensurable diversión acuática, visite Fun Beach Panheel. Este enorme parque temático acuático tiene una enorme isla flotante con todo tipo de emocionantes artilugios.
¿Cansado de tanta diversión acuática? Pues súbase a una bicicleta. Podrá pasear en bicicleta por las llanuras aluviales del Maas, rodeadas de hermosas reservas naturales. Gracias a la red de señalización ciclista, podrá planificar fácilmente su propia ruta. Por cierto, esta red encaja perfectamente con las redes ciclistas alemana y belga. ¿Por qué no tomar un café en Holanda por la mañana, una buena cerveza belga por la tarde y terminar el día con un schnitzel en Alemania?
Además de las exuberantes aguas del Maasplassen, el continente también tiene mucho que ofrecer. El castillo de Aerwinkel, construido por el famoso arquitecto Pierre Cuypers en 1854, por ejemplo, es un edificio muy intrigante, con elementos arquitectónicos que se pueden encontrar en el Rijksmuseum de Ámsterdam. No sólo es interesante el castillo, sino también el inmenso parque que lo rodea. En cualquier caso, hay muchas rutas de senderismo esperando a ser exploradas. Para tomar un tentempié y una bebida, puede pasear hasta el Gasterij, que tiene un precioso fondo borgoñón. No es un restaurante, pero para un buen almuerzo y una cerveza de especialidad (por ejemplo, la cerveza local Aerwinkel) estará bien.